domingo, 13 de noviembre de 2011

Diferencias irreconciliables




Mira las estadísticas, no es tan raro. Todo el mundo se divorcia.

Ya, pero ¿nosotros? Nosotros no… Pensé que sería para siempre.

Yo también… Fallo de ambos por acostumbrarnos a salirnos siempre con la nuestra. Nos dejamos llevar por lo fácil que había resultado hasta entonces... Y nos olvidamos de que podía haber malos tiempos.

Pues nos preparamos ahora, ¿vale? ¿Qué te parece?

Que no. Que no funciona así… (sonrisa resignada) Además estoy harto de ti, de que siempre andes con la cabeza en las nubes, pensando mil planes y sueños, emocionándome para que luego no pase nada de nada...

A mi también me duele, ¿eh?


¡Sí, pero no por ello paras! Vas a tú bola y nunca piensas en mi… ¡si es que alguna vez piensas! Parece que ya solo quieres cosas que, aunque no te 'des cuenta', no están a tu alcance. Y yo así no puedo vivir. Hay otros caminos. No serán tan perfectos, pero están muy bien… ¡Pero no, tú te empeñas en ignorarme, y que no, que no, que no! Pues perfecto. Tú por tu lado y yo por el mío. Sé que no será lo mismo sin ti… pero al menos es más que este 'nada'.

(Gimoteo) ¿Entonces ya no nos veremos?

Nos cruzaremos, seguro. Esto no es precisamente grande. Pero no, de momento no nos 'veremos' de ese modo.

(Gimoteo agudo)

Ey, no sé si será un "hasta nunca", ¿vale? Por ahora es un "de momento adiós".

Vale…

Adiós, Corazón...

Te echaré de menos, Cerebro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario