viernes, 3 de diciembre de 2010

Proceso de Seleccion



Dos candidatas, ambas con su currículum. Simplificando, un 50% de posibilidades para cada una.

Pero sonreías sabiendo que no se mantendría así.

Tenías asumido que eras la mejor para el puesto. Nunca supe si me delató algún gesto o si escuchaste ciertas conversaciones privadas. Pero más allá de los nervios por la selección o de lo que pudiera imponerte el enfrentar un nuevo proyecto, intuías que estaba todo hecho.
Y motivos no te faltaban.

Tenías buena apariencia, la mejor con la que me hubiera encontrado nunca; tu personalidad podía resultar algo extravagante, pero nada que debiera preocupar si se tenía en cuenta tu buen carácter, tu lealtad, tu encanto único, tu buen humor...; y en el trato con la gente te resolvías cordial y educada, pero comedida. Apareciste cargada de buenas referencias y cartas de recomendación, y eso sin contar con la larga experiencia demostrable que respaldaba tu valía, tu forma de enfrentar los problemas y tu total entrega siempre.